Inocuidad y calidad

La alimentación es una necesidad vital del individuo y constituye una preocupación permanente y cotidiana que alcanza a la sociedad en su conjunto. Para cubrir esta necesidad se ha desarrollado una importante industria con complejas cadenas de elaboración, desde la producción de alimentos primarios hasta los cada vez más sofisticados alimentos elaborados. El desarrollo de esta industria, si bien ha permitido la diversificación de la oferta de productos y una mayor accesibilidad de la población a los alimentos, también requiere de mejores sistemas de aseguramiento de la calidad de sus complejos y variados procesos, así como del control sanitario de los cada vez más diversificados componentes de los alimentos (MinSal, 2020).

Garantizar la inocuidad alimentaria es un proceso complejo que empieza en la explotación agrícola y termina con el consumidor

 

FAO 2020

Según ACHIPIA (2020), la inocuidad se refiere a la condición de los alimentos que da garantía que los peligros presentes en ellos no causarán daños al consumidor, cuando se preparen o consuman de acuerdo con el uso a que se destinen. La calidad alimentaria, por su parte, se refiere a la calidad nutricional y legal de un alimento. La calidad nutricional, se refiere a su composición de macro y micronutrientes, a la energía que provee y a los factores alimentarios que contiene. La calidad legal es la propiedad de un alimento referida a su condición de ser genuino e íntegro, característico y propio de su género y que responda en su composición química, condiciones microbiológicas y organolépticas, a sus nomenclaturas y denominaciones legales y reglamentarias establecidas.